El cuerpo humano se ha convertido en un fecundo lugar de intersecciones disciplinarias que favorece particularmente el encuentro de la historia y la antropología.
La antropología ha sustituido el trabajo de campo de la documentación histórica, y la historia ha entendido su labor como un descubrimiento del otro análogo al del antropólogo.
Los historiadores se han hecho investigadores de campo para recoger historias orales y los antropólogos para comprender el pasado del pueblo que estudian.
Una historia global debe contemplar la atención hacia el cuerpo con la consideración de la base material de la sociadead, así como sortear el peligro de una idealización del cuerpo.
Una historia del hombre, una historia global. debe comprender una historia del cuerpo. Y que el cuerpo tenga una historia supone su condición cultural.
Autores:
D'Ambrosio, Sofía;
Del Búe, Renzo;
Laurens, Marina;
Olavarriaga, Diego.
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